Los especialistas en administración de edificios en Gijón sabemos que contar con un presidente de la comunidad implicado es verdaderamente necesario. Si bien es cierto que los trabajos y las tareas administrativas y de gestión nos competen a nosotros, no lo es menos que esta figura debe validar y respaldar estas iniciativas.
La administración de edificios en Gijón es una labor compleja y exigente, que en la mayoría de las ocasiones no puede ser desempeñada sin asesoramiento por cualquier vecino. Pero ¿cómo suele ser esta figura? ¿Qué perfiles habituales nos encontrarnos al trabajar con ellos?
Para empezar, es importante considerar que existen tres tipos de potenciales presidentes de comunidad: el vocacional, el obligado... y el remunerado. Las dos primeras figuras resultan fácilmente comprensibles: aquellos vecinos que se sienten motivados a ejercer esta labor (lo cual, todo sea dicho, es mucho más frecuente en las series de ficción que en la realidad) y aquellos otros a los que no les queda más remedio que cumplir con su obligación vecinal, obligatoria, cada cierto tiempo.
Sin embargo... ¿cuáles son los presidentes remunerados? La ley impide a la comunidad de vecinos pagar a nadie para realizar esta función, que solo puede recaer entre los propietarios. Pero no hay ningún impedimento práctico para que, quien iba a ser el futuro presidente, llegue a un acuerdo particular con otro propietario para que este asuma su función. A cambio, puede ofrecer dinero o cualquier tipo de trueque, por ejemplo suministrarle productos traídos de su huerto o cuidarle los niños en determinadas ocasiones, por citar dos posibilidades.
Todos ellos, quieran o no ejercer su responsabilidad libremente, suelen verse superados por las circunstancias. En tales casos, solo el apoyo especializado de una buena empresa de administración de edificios, como Jojusa, la nuestra, ayuda a tomar las decisiones adecuados en beneficios de la comunidad y de sus integrantes.